Mucho se ha hablado en días recientes sobre la situación de la Subestación de Policía de La Gramínea que tiene a cargo la vigilancia de 19 veredas. En un principio, cuando el concepto de la Diger ordenó la evacuación de los uniformados ante el riesgo estructural de la edificación, se llegó a hablar de que había que demolerla en su totalidad.
Pero en realidad lo que se necesita es el cambio total de la cubierta, reforzamiento en columnas y vigas de amarre, porque en 1975, cuando fue construida, las normas de construcción no eran estrictas, las personas construían según su conocimiento y esta casa no fue pensada para este servicio, sino que era para domicilio y pertenecía a la finca que es propiedad de su esposa y los hijos del primer matrimonio, los mismos que entraron en proceso legal por la posesión, según explica don Obdulio Ramírez, presidente de la Junta de La Gramínea.
Aclaración sobre la propiedad
En un pendón que está anclado a la pared del frente de la Subestación, se hace público que ante el silencio de los demandados por la Nación, el proceso finalizó. Al respecto, Ramírez aclara que “No es verdad que los hijos de mi esposa se impusieron, lo que demoró el proceso fue el silencio del abogado de la Policía, todos los hijos firmaron, no teníamos idea que a esos papeles debíamos adjuntar el certificado de defunción del padre de ellos, pero eso se entregó el lunes de esta semana y por esa razón estuvo todo el proceso detenido por dos años, pero ya esa propiedad quedó a nombre de la Policía”.
Por parte de la alcaldía ya se allegó cierta cantidad de material que está compuesto por perlinería, caballetes y 40 tejas. La idea a futuro es que la edificación sea de dos pisos y que en la parte superior queden ubicados los dormitorios, pero por el momento solo se harán las reparaciones correspondientes.
Así lo explicó Gobierno
Karen Zape, secretaria de Gobierno de Pereira dijo: “En la Subestación, lo que tenemos es una situación transicional, lo que se vive con algunas subestaciones de la ciudad que viven procesos de reparación. En esta en particular, la Diger manifestó un concepto en temas de reparaciones que se viene trabajando junto con la Policía Metropolitana, Secretaría de Infraestructura, para lo cual el municipio ya puso los elementos y materiales en el sitio. No se ha quitado el servicio de la Meper, ni del cuadrante y hacen refuerzo por las veredas el mismo número de oficiales de apoyo que han estado siempre”.

¿Entonces cómo están haciendo?
La comunidad se repartió el hospedaje de los siete policiales que deben prestar el servicio y los motorizados hacen los turnos correspondientes de ocho horas en ningún momento se han retirado del sector, solo que para la entrega de turno lo hacen en la vía Condina a la entrada de la Gramínea. “Lo que pasa es que la gente quiere un policía en cada finca y eso no se puede, vea qué se ganan en los condominios, como les dije en la reunión, se quejan que atracan y que los ladrones se les meten, pero cómo no si eso con esa singla y todo eso tapado, ni con 50 policías tendríamos”, explicó Ramírez, frente a algunas quejas que se han presentado.
Este territorio comprende desde el motel As de Amor, hasta puente Trocaderos y desde la vía a Armenia, hasta más arriba de Casa Campo.
Las veredas comprometidas
Alegrías alta y baja, Guayabal, La Gramínea, Parajes de Condina, El Manzano, Laguneta, Cantamonos, Guacarí, Montelargo, El Guayabo, El Jordán, Tribunas-Córcega, Altamira, Eriberto Herrera, Huertas, Yarumito bajo y alto.
Dato
A la reunión con la comunidad asistieron la Coronel Díaz, un mayor, un intendente, la corregidora y la secretaria de Gobierno.