La gratitud de vivir un nuevo día

Los seres humanos despiertan en las mañanas para cumplir los deberes del día. El primer respiro, abrir los ojos y encontrarse consciente de que se está vivo son las primeras bendiciones que se reciben. Tener un techo, una cama, acceso a servicios como agua y electricidad son lujos que no todo mundo tiene y que deberían ser motivo para sentir gratitud con la vida.

Motivo de felicidad, milagro de vida y sueños por cumplir.

Yeimi Dahiana Soto Ballesteros es una joven de 16 años que a pesar de tener sirenomelia, tres riñones y un soplo en el corazón, sueña con viajar por el mundo y convertirse en abogada para ayudar a muchas personas y así mismo poder ayudar económicamente a su mamá y hermanas; en el camino a convertirse en jurista culminar sus estudios de educación secundaría es el objetivo más cercano, el próximo 30 de enero regresará a clases, está feliz porque volverá a compartir con sus compañeros y podrá salir de su pequeña habitación donde pasa 24 horas de los 7 días de la semana encerrada, porque sus padres no tienen suficiente dinero para llevarla de paseo o a comer un helado, así que su realidad se limita ese espacio.

Sitio donde vive.

En la Carrera 2da # 13 W – 33 del barrio Pedregales del municipio de Dosquebradas habitan Yeimi, Su mamá, su papá y su hermanita con dos niñas pequeñas. 6 personas en un pequeño espacio.

Por fuera la casa parece estar deshabitada, ladrillo a la vista golpeado por el paso de los años, una ventana enrejada con hierro ya oxidado y una diminuta puerta de acceso que parece increible lleve a un lugar habitado por personas son la fachada de esta casa. Ingresar a los bajos donde viven es un desafio, las mas de 10 escaleras empinadas, cubiertas con cemento y ubicadas en un pasillo estrecho son ademas de algo peligrosas si no se presta atención eso para una persona con la capacidad de moverse libremente pero subir o bajar es toda una odisea para que Yeimi salga o entre a su casa por su condición de movilidad reducida, si se atreve a hacerlo sola, debe arrastrarse y ayudarse con sus brazos, lastimando su cuerpo. Su padre es quien suele ayudarle pero desde que él perdio la movilidad de su brazo derecho ahora todo es mas complicado y su madre aunque es una mujer guerrera muchas veces no siente tener la fuerza suficiente para ayudarla a salir.

Un pequeño apartamento con una cocina miniatura, una espacio que hace las veces de comedor, sala y habitación donde duerme el padre, una unica habitación donde duerme Yeimi y su madre y un baño diminuto revocado en cemento son las partes que conforma este espacio. La hermana mayor de Yeimi vive un piso mas abajo con sus dos niñas en una pequeña habitación.

Un milagro no esperado.

En el año 2007 la señora Gloria Ballesteros quien ya había tenido dos hijas por cesárea dada su condición de diabetes y presión alta, había tomado la decisión de operarse para no tener más hijos en el futuro, pero una mañana mientras se disponía a preparar el desayuno para sus niñas y su esposo, sintió mareo y náuseas, su esposo se asustó y de inmediato le expresó “No es posible que esté embarazada, porque usted está operada”. Pero la realidad es que para ese momento Gloria ya tenía 5 meses de embarazo.

Cuando la familia se enteró de que un nuevo integrante llegaría, el hogar se llenó de felicidad. En compañía de su hija menor empezó a asistir a los controles prenatales, donde además le descubrieron preeclampsia y el riesgo de que una de las dos o ambas muriera era muy alto. El médico le expresó que no debía tener ese bebé porque venía con problemas morfológicos, por ello el dictamen fue que el embarazo debía ser interrumpido. Un no rotundo fue la respuesta de Gloria.

No le daban esperanzas.

Finalmente se conoció que era una niña, su madre describe que era una bebé hermosa, rozagante y con una melena oscura. Pero la pequeña de inmediato fue llevada a la incubadora; el médico que atendió el parto expresó que la bebé no viviría más de 15 minutos, pero pasó un día, una semana, 15 días y aunque la bebé continuaba en la incubadora seguía con vida, las esperanzas puestas en Dios no fueron en vano. Pero la lucha por tener a Yeimi en el seno del hogar apenas empezaba, ya que en el momento que se le dio de alta se le informó a la madre que sería entregada al Bienestar. Furiosa como una leona que defiende a su cría se negó a aceptar que algo así sucedería. Después de seguir su instinto de madre y gestionar con ciertas personas que le ayudaron, decidieron entregarle la niña con la condición de que serían visitadas para verificar que estuviese bien. Durante cuatro años las visitaron y finalmente aceptaron que la niña estaba en buenas manos.

Ayuda para volver al colegio.

La idea de regresar al colegio es motivo de alegría para Yeimi porque le permitirá encontrarse con su mejor amiga, Manuela Pérez. Pero también la atemoriza un poco porque en este ambiente algunos compañeros la miran diferente y la hacen sentir incómoda. Ya que ella es una chica tímida, pero con un corazón dulce y una mirada que enternece a quien realmente la mira. Su alma es pura y aunque tiene momentos donde se entristece por su condición, ha aprendido a ser valiente, seguramente por el ejemplo que ha recibido de su madre.

Si puedes ayudar hoy no lo dejes para mañana.

Entre los gastos que esta familia tiene para que Yeimi empiece el nuevo año escolar en el cual cursará el grado 9° están la compra de uniformes, útiles escolares, transporte y loncheras. Esto sin tener en cuenta que ni su madre ni su padre tienen trabajo así que mercar y pagar servicios es todo un desafío mes a mes. Si usted cree que puede ayudar a esta joven no dude en hacerlo. Ropa, comida, útiles o dinero son algunas de las formas en la que se puede hacer.

Dato1

Números de contacto. Gloria Ballestero. 3146170117 / Yeimi Soto 3106102586