Hablar del problema mundial del hambre es algo que duele, pues la realidad es muy
triste, son muchos los que mueren de hambre, aunque no todo está perdido, juntos
podemos mejorar el panorama, este fue el tema central del “Intercambio práctico y
poético de recetas contra el hambre” realizado en la Alianza Francesa de Pereira el
pasado 2 de marzo.

Con la presencia de Danaela Arguelles Gómez, coordinadora cultural de la Alianza
Francesa de Pereira y quien con su equipo de trabajo organizaron el intercambio.
Los ponentes fueron Jonathan Villegas Betancourt, investigador de Estéticas
Ambientales de la Universidad del Quindío, Óscar Ospina, integrante de la
Corporación Agroecológica CORA, Clementina Preciado Bolívar representante de la
Asociación Comunitaria Territorios de Paz, Juan Sebastián Barrera Monte alegre, de
la Red de Custodios de Semillas en Risaralda, Juanita Torres, creadora e
investigadora cultural, Jorge Montoya, mensajero de las semillas y Guillermo
Castaño, maestro de agroecología fundadores del MAELA ‘Movimiento
agroecológico latinoamericano y del Caribe’, creador de los pénsums de
agroecología en diferentes universidades de Colombia. Creador de las escuelas
agroecológicas, físico-química, biológica, socioeconómica y organizativa.
El intercambio se dio a partir de la presentación de los integrantes del panel
principal, quienes desde sus experiencias compartieron la cosmogonía de un mundo
sin hambre, a partir de intervenciones con pensamiento crítico, constructivo y
propositivo, enseñaron que realmente se puede cambiar el mundo con el acto más
cotidiano, comer.
Y es que el derecho fundamental después de nacer es el derecho al alimento. Todo
ser humano tiene derechos básicos que según lo escrito deben respetarse, pues se
han conseguido a pulso con la lucha por vivir en un planeta más justo.
En el planeta tierra somos 8.000 mil millones de habitantes. Uno de los objetivos de
la ONU es ‘Hambre cero’, la realidad es compleja, aunque en el planeta somos
muchos, los recursos son suficientes, pero el capitalismo salvaje se ha aprovechado
de su posición para ejercer control de las semillas que ahora se cultivan en el
planeta, las semillas transgénicas, alteradas genéticamente implementando
químicos en su proceso de desarrollo.
Las cifras a nivel local
Risaralda no es ajena a esta problemática, las cifras son considerables y por esta
razón las propuestas se dan a nivel local; como resultado de la pandemia, la crisis
económica, poblaciones indígenas que viven en zonas olvidadas y que terminan
llegando a la ciudad para pedir dinero y comida.
Para noviembre de 2022, según el informe del DANE ‘Pulso social’ evidencio que el
1.3% del área metropolitana de Pereira solo pudo realizar 1 comida al día, además
el 18,9% solo efectuó 2 comidas al día. Esto significa prácticamente que 1 de cada 5
personas, aproximadamente el 20% de los pereiranos, dosquebradenses y
virginianos no pueden realizar las tres comidas diarias que recomiendan las
autoridades.
Según el colectivo ‘Pereira, cómo vamos’ para el año 2021 el 35,4% vivía en
pobreza alimentaria, lo que les dificulta acceder al alimento.
Este es un problema de seguridad alimentaria, donde 690 millones de personas
padecen hambre y la cifra va en aumento; 2.000 millones no disponen de acceso
regular a alimentos y el 21% de los niños menores de 5 años sufren retraso de
crecimiento.
Los que saben dicen que:
Jorge Montoya dijo que “El fortalecimiento de los agroquímicos, agrotóxicos y el
razonamiento de alimentos debe ser una cuestión que nos ocupe de la
responsabilidad de sembrar la comida y que no podemos seguir delegando a las
instituciones y gobiernos a que ayuden a solucionar este creciente problema de
hambre”.
El maestro Guillermo Castaño, señaló que el 75% de los alimentos que consumen
los pueblos en el mundo son producidos por los campesinos y que no son las
grandes empresas los que solventan el problema del hambre, sino los pueblos que
hacen la agroecología.
Hace 25 años el profesor estuvo en un encuentro similar y entre risas mientras él
decía que un día iban a vender el agua en botella y hoy es una realidad; dice que
llegará el día que perdamos la autonomía alimentaria, la seguridad, soberanía
alimentaria.
El planeta tiene suficiente para darnos a todos, sobre todo desde un país como lo
es Colombia, en esta franja del Ecuador que es privilegiada, potencia de la vida,
megabiodiversidad. ¿Cómo es posible que se padezca hambre en este territorio?
Las recetas contra el hambre
La suma de lo que hagamos hace el cambio. Siembre si tiene tierra; compre en el
mercado agroecológico, sea consciente de lo que come, no intoxique su cuerpo con
transgénicos que enferman, haga lo posible por cuidarse y cuidar al otro y juntos
soñemos y trabajemos por un mundo más justo en el derecho primario al alimento.