Contra las reformas laborales y pensional, contra la matanza de tiburones, en rechazo al bombardeo en el que murieron varios menores de edad, contra el fracking, se llevó a ayer en Colombia el Paro Nacional, jornada que se vivió intensamente en Pereira.
Aunque las concentraciones en la capital risaraldense fueron masivas, lo que más resaltó en la jornada fue el buen comportamiento de los manifestantes. Ni un solo vidrio roto, agresión a funcionario público u otros problemas de vandalismo, se presentaron en la ciudad.
La maratónica protesta tuvo largos desplazamientos, especialmente de parte de los manifestantes que se concentraron en la denominada glorieta de Mercasa, quienes caminaron alrededor de 9 kilómetros en su tránsito hasta la Plaza de Bolívar.
Con pancartas y arengas en contra del gobierno del Presidente Duque, los manifestantes marcharon bajo el inclemente sol, dando ejemplo de civismo y respeto hacia las personas que no participaron en el Paro Nacional.
Aunque hubo dificultades en materia vial, ya que las principales vías de la ciudad, como es el caso del Viaducto César Gaviria, la avenida 30 de Agosto, avenida Las Américas, estuvieron cerradas durante varias horas, una vez que los manifestantes pasaban por un corredor, rápidamente las autoridades de tránsito y policiales dieron vía a los vehículos represados.
Otro de los aspectos a destacar fue el buen comportamiento de la Policía. Los uniformados estuvieron presentes en los diferentes puntos de concentración, preservando el orden público y al mismo tiempo cuidando a los manifestantes.
A diferencia de lo que ocurrió en otras ciudades del país, especialmente en Cali y Bogotá, en Pereira el transporte público no fue víctima de los vándalos. A pesar de que hubo demoras lógicas en el servicio de Megabús, este no registró ningún daño al cierre de esta edición.