Un total de 135 menores de edad víctimas del conflicto armado que habitan en los tres departamentos del Eje Cafetero, se beneficiaron con la iniciativa Cre-Ser, una estrategia de reparación integral enfocada a niños, niñas y adolescentes.
Esta iniciativa que se desarrolla a través del campo psicosocial y en el que los menores de edad proyectan sus metas y comienzan a fortalecer sus capacidades desde el enfoque de derechos, tuvo un significativo impacto en la región.
Fueron en total 60 niños y niñas en Pereira, 45 en Caldas y 30 en Armenia, los beneficiarios del programa que se enmarca en las medidas de satisfacción y acciones de garantías de no repetición, buscando dignificación, reconocimiento y empoderamiento de los participantes.
Laura Moreno, directora territorial de la Unidad en el Eje Cafetero, manifestó que “los menores afectados por el conflicto armado son bastante especiales para nosotros, muchos de ellos además del desplazamiento viven la separación de sus padres y desde luego esto los afecta en su parte emocional y educativa, por eso a través de este tipo de iniciativas queremos apoyarlos hacer que crean en sus capacidades y puedan explotar sus fortalezas para cumplir con los sueños que siempre han tenido”.
Dimensiones
Cre-Ser aborda 3 dimensiones de la vida de los participantes: Cre-ser en mis emociones que parte del reconocimiento de las emociones como estados internos propios determinados por sensaciones, pensamientos y conductas; Cre-ser en mis derechos que es un encuentro que aborda los derechos de los niños y las niñas, haciendo énfasis en la prevención del abuso sexual, la discriminación y la violencia; y finalmente Cre-ser, como último encuentro aborda las fortalezas y cualidades que hacen parte del presente y de las metas hacia el futuro.
Mónica Jiménez, madre de una de las niñas beneficiarias del programa mencionado, señaló que “este es un programa muy bueno porque los niños llegan poco participativos y salen mucho más expresivos y abiertos para socializar con otras personas de su edad. Además van perdiendo el temor generado por el desplazamiento. Así mismo hay que decir que la psicóloga es muy activa y les genera confianza, por lo que ellos van experimentando cambios positivos en la casa”.
Durante el desarrollo de la jornada, 50 menores de edad y sus madres, recibieron la notificación del encargo fiduciario por parte de la directora territorial, comunicación en la que se les informa que se les ha asignado el dinero por parte de la Unidad como indemnización por los daños sufridos en medio del conflicto, que se aseguran en una fiducia y se hace efectivos cuando los menores cumplen su mayoría de edad.