Consuelo Gallego Sánchez es una mujer de 73 años que como ella misma dice ha rodado tanto como ha sufrido en la vida. Su historia de vida está llena de anécdotas de dolor pero mientras las cuenta también sonríe, quizá para aliviar el peso de los tiempos difíciles que aún no acaban. Vive en La Badea con dos hijos discapacitados, ya bastante adultos y un nieto que sufre de retraso mental.
Consuelo nació en Pueblo Rico, Antioquia y muy joven se enamoró de un hombre que la llevó lejos de su familia a rodar de pueblo en pueblo buscando un lugar donde establecerse. Y así llegó a Versalles, Valle del Cauca donde se casó y además nació su primera hija María Sánchez, ya eran tres. El camino para encontrar un lugar donde echar raíces continuó por Tuluá, El Cairo, Buga, y muchas veredas del Valle a las que llegaban porque su esposo Marco Tulio Sánchez iba de finca en finca buscando trabajo para el diario de su familia.
En medio de la correría nació Viviana la segunda hija, y la marcha se dispuso hacia otro departamento, llegaron al Palmar en el Chocó y el tercer hijo ya venía en camino, Leonardo.
Leonardo tenía siete meses cuando enfermó de repente, una fiebre alta se adueñó de su cuerpo, Consuelo estaba sola en casa con sus tres hijos y su esposo que trabajaba en una finca a varios kilómetros de distancia no podía ayudarla con la emergencia del hogar.
La vida de la familia transcurrió entre la llegada de nuevos bebés, la pobreza y la correría por diferentes zonas del país, hasta llegar al Quindío y luego a Risaralda.
Llegando a Pereira
En el año 1973 los Sánchez llegan a Pereira y se establecen como una de las familias fundadoras del barrio Las Mercedes en Cuba, en medio de un lote sin agua, sin luz, ni alcantarillado. Por un tiempo estuvieron allí, luego se mudaron a la Romelia, vivieron en Tribunas, El Rocío, Los Guaduales y en la Badea construyeron una pequeña casa en guadua con base en cemento y ladrillo. Allí nació el sexto hijo, Giovani, quien vive en el barrio Cuba pero muy poco se acuerda de visitar y ayudar a su madre.
Han pasado seis años desde que Consuelo quedó viuda, ahora vive con sus hijos, Maria, Leonardo, Alexander y con Viviana quien se casó pero enviudó muy joven y además quedó con un hijo que por no ser sacado a tiempo del vientre hoy sufre una discapacidad cognitiva y requiere que se le atienda todo el tiempo.