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lunes, marzo 27, 2023

Asamblea de Risaralda condecora a la Fundación Manos Unidas

Ayer martes 14 de febrero la asamblea departamental rindió un homenaje a la fundación social Manos Unidas, el gobernador Víctor Tamayo resaltó el espíritu de solidaridad de la fundación e indicó que sin importar si se trataba de una acción altruista, filantrópica, de responsabilidad social o bajo un principio cristiano, el testimonio de estos buenos actos da vigencia a la premisa evangélica ‘dar de comer al hambriento’.

La fundación social Manos Unidas fue destacada como ejemplo de civismo, compromiso, solidaridad y sobre todo como un referente de labor social y comunitaria que aporta al desarrollo integral del departamento.

Invaluable labor

La fundación, con más de 30 años de servicio, ha brindado a niños, niñas y jóvenes de sectores vulnerables, oportunidades de educación y alimentación. Ha logrado que más de 600 niñas y niños reciban educación y más de 500 jóvenes y adultos puedan completar sus estudios de secundaria y a través del restaurante escolar ha entregado alimentación para que numerosas familias puedan crecer sanas en sectores como El Danubio, Intermedio, Las Margaritas, Las Brisas, Guayabal y El Remanso en Villa Santana.

En 1997  la fundación inició el programa ‘Becas para la educación’ con el objetivo de proporcionar a los jóvenes del grado 11 la posibilidad de acceder a la formación universitaria. Y en el año 2002 el Ministerio de Educación Nacional, le otorgó el visto como institución oficial desde grado preescolar a grado 11.

Estas consideraciones llevaron al diputado Carlos Andrés Gil González a reconocer el mérito de la fundación social Manos Unidas por su invaluable labor gestando oportunidades para que niños, niñas y jóvenes de Pereira puedan acceder a mejores condiciones de vida.

Presbítero Gustavo Valencia Franco

La solidaridad social, el amor por la educación y la mano de Dios son los tres pilares de estos 30 años de servicio, educación, salud y alimentación.

En noviembre de 1991 el presbítero Gustavo Valencia Franco siendo párroco de la catedral Nuestra Señora de la Pobreza recibió del entonces obispo de Pereira Monseñor Darío Castrillón la sugerencia de hacer una fundación social con una labor diocesana en la que se reunieran todas las fuerzas vivas de la ciudad para enfocar desde la educación de los jóvenes a niños la transformación de la sociedad sobre el principio de que la única manera de romper la brecha entre una sociedad con grandes desequilibrios sociales y abogar por una mayor justicia es a través de la defensa de los derechos fundamentales.

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