El albergue para víctimas del conflicto armado y otros tipos de violencia en Risaralda, está ubicado en Pereira. Anteayer les dijeron que debían desocupar, porque a la alcaldía se le habían agotado los recursos para la manutención de la casa.
Esta declaración que hizo la coordinadora por parte del operador, hizo que la confusión y la preocupación por un destino incierto reinaran, tanto, como para que se enterara la prensa. En este albergue debe haber siempre un casero se encarga hasta de lavar los platos, una señora de servicios generales para aseo de áreas comunes y psicólogo. La comida la preparan en Dosquebradas y es transportada caliente para servir.
Las personas que allí habitan denuncian que la alimentación es precaria y de baja calidad, que muchas veces el arroz llega con sabor a gasolina. Desde la Mesa Municipal de Víctimas dicen conocer esta situación y como no ha sido posible llegar a entendimientos le han propuesto al alcalde que a la luz de la Ley 1448, se asigne la entrega del auxilio en dinero, como se hace en Dosquebradas y Manizales, que no cuentan con albergue, porque así en especie se ha prestado solo para malos entendidos, pero esta propuesta también indispuso mucho a las víctimas.
Ayer mismo se dio solución al problema de los recursos, se asignó una partida adicional por parte de la Secretaría Jurídica de la alcaldía y se abrió el proceso licitatorio para el proceso de este 2023, por nueve meses o hasta diciembre. Para que estos choques no se vuelvan a presentar se le recordó al operador que es la Asociación Centro de Consultoría Universitaria que la comunicación debe ser operador – alcaldía y alcaldía – víctimas.
Cifra
6 menores de edad, 2 indígenas, una persona afro, otra en condición de discapacidad y algunas más que están amenazadas habitan el albergue