Caficultores de Risaralda aseguraron que en lo que va corrido del mes no han sido atendidas las peticiones que plasmaron en el último derecho de petición enviado al Gobierno, luego de la movilización del 17 de agosto. Así mismo, denunciaron que las importaciones necesitan ser reguladas y tanto el ICA como la Federación Nacional de Cafeteros deberían estar al tanto de lo que entra al país. Así lo manifestó el productor de café, Duberney Galvis:
“Al 2022 entraron 2.3 millones de sacos de café importado, principalmente provenientes de Brasil que es el primero que envía café para Colombia, Vietnam es el segundo y Perú es el tercero. Este año a mayo iban 700 mil sacos y a julio ya han entrado otros 200 mil, es decir, ya estamos cerca del millón de sacos, que es un poco lo que veníamos denunciando sobre el café. Lo que nos dice la DIAN es que hay una especie de dique que se rompió y nos sigue entrando café importado”.
A lo anterior se suma otro hallazgo, relacionado a 52 mil 800 kilogramos de semilla de café robusta importado, el cual está prohibido sembrar en el país. Según Galvis, “Colombia está importando semillas de café, lo que nos pone en una situación más delicada porque en Colombia es legal importar café, pero importar semillas de café robusta es ilegal porque nosotros producimos café arábigo, los únicos que podrían importar esas semillas serían los centros de investigación. Otra pregunta es quién está haciendo los controles sanitarios transfronterizos”, finalizó.