El café es de los productos más consumidos en Colombia y en el mundo, pero un fruto que nadie quiere ya coger, la falta de mano de obra para los productores se ha convertido en todo un dolor de cabeza, mientras que los cultivos siguen perdiendo terreno.
Con un precio de carga que nuevamente supera los $2 millones, pareciera que los caficultores colombianos estuvieran pasando por el mejor momento, sin embargo contrario a tratarse de una bonanza, “Se trata de un buen precio para enfrentar los costos de producción, pero no para lograr la remuneración que quisiéramos los caficultores”, así lo manifestó a este medio de comunicación James William Montes Morales, delgado de Santa Rosa de Cabal y Dosquebradas al Comité Departamental de Cafeteros de Risaralda.
Los productores siguen enfrentando en este 2023 importantes desafíos, especialmente en costo de producción, pues si bien el dólar genera que sus cargas sean mejor pagas, también encarecen los precios de los fertilizantes, los cuales son importados a Colombia, a esto se le suma la costosa mano de obra que representa el 40% de la producción, eso sin tener en cuenta que cada día es más escasa.
“Si no tenemos mano de obra, la producción va a tener que ser de pequeñas fincas porque hoy ya la gente no quiere trabajar, los jóvenes ya no quieren ir al campo, eso nos tiene muy preocupados, l campo va a necesitar tecnología, inteligencia artificial de alguna manera para que podamos suplir ese faltante de mano de obra que tenemos y otros costos”, agregó el líder gremial.
Hectáreas
Otra de las grandes preocupaciones del gremio caficultor tiene que ver con la pérdida de hectáreas de producción, en el caso de Risaralda “Este departamento tenía alrededor de 80 mil hectáreas de café, hoy tenemos 43 mil, en cada municipio venimos perdido área vertiginosamente”, dijo Montes.
En medio de múltiples desafíos entre los que se incluye la renovación de los cafetales en todo el país, con la llegada del sol al departamento, empieza a alumbrar la esperanza para los cafeteros que creían haberlo perdido casi todo por causa del constante invierno. “Llevamos alrededor de ocho días de intenso verano que ayuda muchísimo para el estrés de los árboles, si seguimos así vamos a tener una buena cosecha para octubre”, explicó el líder cafetero.
Se conoció que en el caso del café traviesa, es decir el que llega seis meses después de la cosecha principal, tuvo bajas floraciones debido al invierno de mediados del 2022, por lo que para el mes de mayo esta producción llegará reducida.