Comúnmente se utiliza la expresión “el hábito no hace al monje” un proverbio que tiene más de 400 años y se encuentra en el libro Filosofía Vulgar, del humanista y paremiólogo español Juan de Mal Lara, respecto al tema de la educación universitaria y las mejores universidades de la región, cabe anotar que aunque el adagio mencionado haga parte del uso común esto no significa que tenga menos valor, precisamente, las mejores universidades en la actualidad no se constituyen sólamente de un nombre y prestigio acumulados a través de los años, hoy entran en juego otros elementos imprescindibles para categorizar como buena y elegir determinada institución educativa. Durante esta semana, El Diario está realizando una serie de informes especiales que contienen hallazgos a la pregunta ¿qué hace que una universidad sea la mejor?.
Hasta hace poco tiempo los universitarios y sus padres (que financian la universidad en muchas oportunidades) se preocupaban por elementos como costos, prestigio de la institución educativa o que se cursara una carrera reconocida como medicina o alguna ingeniería, hoy la perspectiva cambia, además de formarse profesionalmente hay interés en ser feliz y poder ejercer a gusto con lo que se hace. Frances Trought, experta en empleabilidad que orienta el talento estudiantil del Perarsons College London (institución caracterizada por su enfoque vanguardista) explica que existen elementos que deben ser tenidos en cuenta a la hora de elegir una”buena” universidad en la actualidad.
Mientras estudia, adquiera experiencia
la experiencia profesional es un factor determinante a la hora de emplearse, si bien en Colombia existen programas gubernamentales que incentivan el primer empleo, y en el caso de Pereira las bolsas de empleo ofrecen esta posibilidad, la experiencia puede abrir los horizontes del profesional, en la actualidad hay universidades que además de la práctica universitaria en lugares reales ofrecen interacción con sectores relacionados con el área de estudios, de esta forma el estudiante aprende teoría y praxis de manera simultánea y adquiere una posibilidad superior de ubicarse y no llegar al mercado laboral sin experiencia alguna.
Internacionalización, abriendo horizontes
Miles de estudiantes egresan cada semestre de diferentes programas, la relación con las dinámicas propias de un mundo globalizado es un aspecto que más allá del gusto de conocer otras culturas o países se hace necesario, David Gonzáles, quien hizo sus prácticas universitarias en México gracias a un acuerdo universitario manifiesta que “como allá se habla el mismo idioma que aquí uno piensa que va a encontrar más o menos lo mismo y la verdad es que hasta el aire al bajarse del avión es diferente” una experiencia que confronta al estudiante con la comprensión de un mundo mucho más allá de las fronteras locales. Por otra parte, es posible hacer estudios que son binacionales, gracias a acuerdos interuniversitarios como es el caso de Alexis Rincón quien cursa maestría en Argentina gracias a un acuerdo de este tipo, pero su título será válido en varios países latinoamericanos “la ventaja es que gracias a este título no hay que hacer homologaciones que suelen ser tan difíciles, el título es perfectamente válido en Colombia qu ees mi país de residencia, también me sirve para Argentina si decido quedarme”.
Universidad con buenas relaciones
Más allá de hablar de recomendaciones, las universidades pueden tener relación con las empresas que son uno de los grandes empleadores, a veces ocurre que las empresas tienen alta demanda de un perfil específico pero es poco apetecido por los estudiantes, como sucede actualmente con algunas carreras del sector tecnológico, en ese caso se abren oportunidades de estudiar con proyección a vincularse a una empresa determinada que ha estado acompañando el proceso educativo.
Las buenas relaciones de las universidades con el sector productivo mejoran la oportunidad de empleabilidad del egresado, ante esto Miguel Ángel García, ingeniero de sistemas, magíster en pedagogía y docente de bachillerato manifiesta “es importante que una universidad permita empleabilidad fácil y a corto plazo, hay muchos profesionales que están estudiando una segunda o tercera carrera porque con la que hicieron no viven de forma digna, eso además genera un impacto sumamente negativo en los estudiantes de bachillerato que ven profesionales que no se logran ubicar y así es muy difícil convencerlos de la importancia del estudio para el desarrollo, si no hay opción de empleabilidad terminan pensando que con una web cam pueden hacer una vida digna”