Gonzalo Gallo
Columnista
Cambia los pensamientos destructivos por otros inspirados que te den serenidad, confianza y optimismo.
No te culpes ni culpes a nadie de lo que sientes, sólo asume responsabilidad por tus actos sin lacerar tu autoestima.
Cree firmemente en tus valores y siéntete seguro de lo que piensas y los que vives, siempre centrado en el amor.
Haz lo que sea bueno para ti y los demás, confía en tu juicio, y no te sientas culpable si otros no aprueban lo que haces con amor.
No gastes tus energías viajando al ayer con el odio o la culpa ni al mañana con el miedo y sus fantasmas.
Confía que puedes resolver tus propios problemas y no te acobardes por los fracasos y escollos que encuentres.
Valórate y no te compares con los demás. Habla contigo mismo diciéndote: Soy una persona interesante y valiosa; amo y me aman.
No te dejes manipular, sé sensible a las necesidades de los otros y deja en todos los corazones semillas de bien y de amor.