¿Por qué razón esta zona está vetada para todas las autoridades que deben responder por la buena movilidad, por el respeto del espacio público y por la protección del peatón?
No por haberse llamado tantas veces la atención de las autoridades municipales y de estas haber hecho caso omiso otras tantas veces, deja de ser grave el problema de la ocupación irregular de la vía y los andenes, y del mercado ilegal de repuestos y artículos de lujo para vehículos, en la carrera 12 entre calles 26 y 31.
No hay en la Ciudad, ni siquiera en el sector de los puentes en la Avenida del Ferrocarril, una zona donde haya tanta anarquía, donde la movilidad sea prácticamente nula, donde los dueños de la calzada sean los talleres y almacenes que hay a lado y lado, donde los peatones no tienen algún derecho, donde se consigue robado todo lo que se necesite y donde, por supuesto, no se conoce, hace mucho tiempo, la presencia de un guarda de tránsito, ni de un inspector de espacio público, ni de un agente de policía, ni de un funcionario de impuestos; como este tramo de la carrera 12 entre la 26 y la 3.
Pasar por esta vía es un imposible para peatones y vehículos. Los primeros tienen que hacer maromas entre la calzada y los andenes para poder pasar y evitar ser atropellados por los carros y motos, y los segundos, hacen milagros para avanzar en medio de una maraña de vehículos en reparación, de avisos y letreros de todo tipo, de montañas de llantas y de elementos para guardar un espacio en la vía.
Esto sin hablar de todos los vehículos que esperan mal parqueados, que alguien aparezca con el espejo, o las plumillas, o las copas, o la llanta de repuesto, o los emblemas que le robaron en la calle el día anterior y que allí le prometieron que se los conseguirían a un valor menor de lo que cuestan en el concesionario o en un almacén regular de repuestos.
¿Por qué razón esta zona de la Ciudad está vetada para todas las autoridades que deben responder por la buena movilidad, por el respeto del espacio público y por la protección del peatón? ¿Por qué los guardas de tránsito prefieren esconderse en cualquier recodo a ver quién olvidó el pico y placa, que enfrentar el monumental desorden y anarquía que hay en este sector?
¿Y algo más, por qué la Policía tiene borrado de su recorrido permanente una zona donde sabe que llega todo lo robado en autopartes en la Ciudad y donde se comercializa abiertamente y a plena luz de día estos artículos?
La Ciudad no puede tener calles, ni sectores donde la ley no existe, o donde las autoridades no pueden ejercer su autoridad, o donde a la Policía no la conocen, o donde el peatón es lo último que importa, o zonas exclusivas para el delito; y dolorosamente, la carrera 12 entre calles 26 y 31 es una de estas zonas.