La Policía anunció la llegada a la Ciudad de un grupo de Comandos en Operaciones Especiales y Antiterrorismo (COPES) compuesto por 20 uniformados, que tendrán como misión puntual atacar la criminalidad en el Área Metropolitana y garantizar la seguridad y tranquilidad de los ciudadanos en la época decembrina.
Este grupo tendrá, según lo anunciaron la Secretaria de Gobierno Municipal y el propio Comandante de la Policía Metropolitana como misión, liderar las operaciones contra objetivos de alto valor, ejecutar operaciones de impacto contra estructuras criminales, respaldar a la policía regular en operaciones coyunturales de inseguridad, apoyar procedimientos de allanamiento en cumplimiento de decisiones judiciales, participar en la planeación de operaciones de alto riesgo, realizar operaciones aerotransportadas contra campamentos e instalaciones de grupos al margen de la ley y, en general, respaldar las acciones de los uniformados en su tarea contra la delincuencia organizada.
Cualquier policía que venga a la Ciudad a reforzar la tarea que diariamente realizan los miembros de la institución para garantizar la seguridad de los habitantes, es bienvenida, máxime si, como en este caso, se trata de un grupo de uniformados preparados y formados para combatir organizaciones criminales y grupos delincuenciales con estructuras poderosas.
La Ciudad ha perdido seguridad, las organizaciones delincuenciales han crecido, el negocio de la droga se ha apoderado de buena parte de la ciudad, la guerra entre las bandas por el control de los territorios cada día deja más muertos, el poder del dinero ha corrompido las autoridades y la ley es laxa y condescendiente con la delincuencia.
Hoy salir a la calle, caminar por sus barrios, hacer presencia en lugares públicos, disfrutar de sus plazas y parques, llevar en la mano una cartera, o un bolso, o puesto un artículo de valor, e inclusive utilizar el transporte público masivo, es una rutina que no se puede hacer, especialmente en la noche, sin correr el riesgo de ser atracado y agredido en la acción.
Mientras tanto, las autoridades, de un lado cada vez son más insuficientes para cubrir una ciudad que crece en población y en delincuencia, y del otro, se ven más limitadas en su capacidad de acción contra las organizaciones criminales, para responder al avance de las estructuras delictivas.
Nada, pues, más oportuno que la anunciada llegada de este Comando de Operaciones Especiales y Antiterrorismo a la Ciudad. La inseguridad es el primer enemigo de la temporada comercial de diciembre, del turismo, de la inversión, de la visita de los risaraldenses que están en otros lugares del país y del exterior, del progreso de la región y, por supuesto, de la tranquilidad ciudadana.