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sábado, diciembre 9, 2023

Lo sensato es aplazar

Lo sensato y responsable es aplazar, como ha ocurrido ya con otras actividades, para otra época la tradicional celebración del Día de los Niños, con disfraces y reuniones sociales.

El Gobierno Municipal se ha visto en la encrucijada de acoger la recomendación del Ministerio de Salud y adoptar algunas restricciones durante la celebración del Día de los Niños, o de atender las voces de varios sectores que dicen que prohibir la tradicional actividad seria darle un golpe a la lenta y difícil recuperación de la economía local.

Nadie podría discutir que limitar muchas de las actividades que, no solo los niños y sus padres, sino también las empresas, las unidades residenciales y en general las comunidades, acostumbran realizar en este tradicional día; afecta el comercio e impide que muchos negocios puedan obtener los niveles de ventas de otros años.

No todos van a comprar un disfraz, o unos dulces, o unos elementos alusivos al Día de los Niños, para hacer una celebración virtual. Esta es manera de festejar la fecha que no está en las costumbres de los colombianos y menos en la mente de los pequeños que están acostumbrados a otra clase de conmemoración.

Sin embargo, tampoco alguien podría negar que la tradicional fiesta de los niños, en la que los pequeños se disfrazan por la tarde y recorren las calles de la ciudad en compañía de sus mayores, y por las noches sus padres y amigos se reúnen a festejar una fecha que cada vez ha perdido más su real sentido y convertido en una fiesta comercial; es hoy un altísimo riesgo para la salud de los participantes.

Está demostrado que cualquier reunión presencial que se haga, así sea de solo la familia, o de los amigos cercanos, o de comunidades más reducidas como barrios o conjuntos residenciales o empresas, es propiciar una altísima posibilidad de transmisión del virus entre los asistentes.

Y ni que hablar si la celebración de esta fecha se hace en la calle, abriendo la Plaza de Bolívar y los demás parques públicos, y permitiendo la libre circulación de vehículos y gente, y el acceso sin control a los centros comerciales. Esto sería ponerle el acelerador al contagio y en aprietos a las clínicas y hospitales de la región.

La ciudad y el departamento están, así lo han dicho, una y otra vez en los últimos días, las autoridades de salud, en el momento más crítico de la pandemia y cuando más se requiere de la colaboración de todas las instituciones y de la conciencia de los ciudadanos, para evitar que lo que se ha ganado en tantos días de privaciones y esfuerzo colectivo, se vaya a perder ahora por cuenta de una celebración que es importante para la economía regional, pero amenazadora par la salud de los risaraldenses.

Lo sensato y responsable, pues, es aplazar, como ha ocurrido ya con otras conmemoraciones, para otra época la tradicional celebración del Día de los Niños con disfraces y recorridos por las calles, y con reuniones sociales en las que rápidamente se olvidan el tapabocas, el distanciamiento personal y el resto de las recomendaciones que las autoridades de salud dan a diario para evitar que sigan creciendo los desastres que está dejando la pandemia.

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