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martes, septiembre 26, 2023

La emergencia Sanitaria

El presidente Iván Duque anunció esta semana que después de casi 850 días la emergencia sanitaria, que fue necesario declarar en todo el país a raíz de la llegada del Covid-19, será levantada el próximo 30 de junio. Dijo el mandatario que no hay, analizado científicamente, razones epidemiológicas para mantener la medida.

La emergencia sanitaria le permitió al Gobierno adoptar las medidas excepcionales necesarias para hacer frente a la pandemia del Covid. Sin ellas difícilmente se hubiera podido por ejemplo, preparar a las ciudades para controlar la rápida expansión del virus y atender las miles de personas que diariamente resultaban alcanzadas por la enfermedad.

Igualmente, la emergencia sirvió para ampliar la cobertura de atención a los pacientes de Covid, para mejorar las condiciones hospitalarias y médicas de los centros de salud que había en el país, para multiplicar la capacidad clínica especializada y para atender las necesidades de supervivencia de millones de colombianos que perdieron el empleo y se quedaron sin los ingresos mínimos para vivir.

De otro lado, la emergencia permitió estructurar, financiar y poner en ejecución el Plan Nacional de Vacunación, estrategia que hoy da como resultado que al menos el 83% de la población tenga al menos una dosis, el 70% el esquema completo y el 36% el primer refuerzo y que el 44% de los niños haya recibido dos dosis del biológico.

De no haber sido por esta medida también, el Gobierno no hubiera podido estructurar y poner en marcha programas de atención social a los más vulnerables, como el Ingreso Solidario, la devolución del IVA, el apoyo al empleo formal y la alimentación escolar en casa, y fortalecer algunos de los ya existentes.

Ahora, el otro gran objetivo que cumplió la emergencia sanitaria fue haber echado las bases para una reactivación segura. Gracias a las medidas dictadas durante este tiempo, las empresas pudieron volver a producir, a crecer y a reenganchar paulatinamente los empleos suspendidos, y la economía volvió a respirar con tendencia sostenida al alza.

Por supuesto, la terminación de la emergencia sanitaria, tal como lo advirtió el presidente Duque, no significa olvidar todos los cuidados, las buenas costumbres y las medidas preventivas de contagio de un virus que no se ha ido y que cuando contagia, hace los daños que ya se conocen; y mucho menos la obligación de renovar las vacunas y mantener la inmunidad.

Queda, pues, atrás una situación que trajo consigo limitaciones y restricciones, y con ellas incomodidades y molestias; pero que sin ella el país no hubiera sido capaz de ganarle la partida a la pandemia, de evitar más contagios y muertes, de conservar la semilla del sector productivo y de devolver el empleo y el crecimiento económico.

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