En Dosquebradas se ha dicho que todo es posible, que todo es permitido y que todo se puede en materia de ocupación del espacio, de uso del suelo y de explotación de las áreas disponibles.
Después de largos meses de estudio, de discusión, de consultas con los distintos sectores del municipio y, por supuesto, de buscarle las mejores condiciones físicas, ambientales, económicas y sociales, Dosquebradas va camino a tener por fin un Plan de de Ordenamiento Territorial acorde con el desarrollo de la Ciudad y las necesidades del momento. Solo tiene pendiente el visto bueno del Consejo Territorial de Planeación.
Con miras a este propósito, la vecina ciudad acaba de dar un paso fundamental, la firma por parte de la Administración Municipal y de la Cárder, del documento que contiene los lineamientos básicos sobre los cuales Dosquebradas debe avanzar para tener un desarrollo armónico, ordenado, equilibrado y dinámico.
Igual que Dosquebradas es una tierra prodigiosa, excepcional y envidiable para cualquier actividad, lo es también un asentamiento desordenado, contradictorio, anárquico y en muchos casos agresivo con sus pobladores, todo por cuenta de una falta de planificación imperdonable, de una desconsideración inexplicable y de una falta de control injustificada.
En Dosquebradas es común encontrar una mezcla increíble de vivienda, con industria pesada, con comercio, con el sector institucional y con Se pasa con facilidad pasmosa de un unidad residencial a una fábrica industrial y de un centro de educación a una aza de mercado, cada uno ajustado a las normas de planificación vigentes.
Esto sumado a la permanente agresión que se le ha hecho al medio ambiente, a los recursos naturales, a la treintena de cuencas hidrográficas que tiene Dosquebradas, a los cada vez más menguados humedales, a las reservas verdes, a las zonas de protección ambiental y a los espacios que queden para no morir aniquilados por la contaminación, por la congestión y por desorden.
En Dosquebradas se ha dicho que todo se puede, que todo es permitido y que todo es posible en materia de ocupación del espacio público, de uso del suelo y de explotación de las zonas disponibles. Y es verdad, el POT vigente hasta ahora todo lo ha permitido o tolerado, con el correspondiente deterioro de las condiciones físicas del municipio y de la calidad de vida de sus habitantes.
De allí la importancia del paso que se ha dado con el acuerdo con la autoridad ambiental y que permitirá darle a Dosquebradas el estatuto que necesita para ponerle orden a su acelerado crecimiento y evitar que la actual anarquía termine por destruir lo poco que queda de uno de los territorios más privilegiados del país.
Por supuesto, no todos y especialmente los que se han usufructuado del desorden, estarán contentos con que por fin Dosquebradas tenga un POT acorde con las necesidades y condiciones de hoy, pero es un gran logro de la Administración del alcalde Diego Ramos que hay que reconocer y celebrar.
