Las campañas adelantadas y los esfuerzos hechos no han alcanzado a despertar el corazón de los que se niegan a aceptar los riesgos de un medio ambiente ausente de las condiciones vitales primarias.
Teniendo a Cote d´lvoire como país anfitrión de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente y la “Contaminación por Plásticos” como tema central, el mundo entero se convoca este año para celebrar el cincuentenario de esta celebración y darle una mirada al flagelo de la contaminación y el peligro que conlleva el uso de este producto para todas las comunidades del planeta.
El Día Mundial del Medio Ambiente es una jornada instituida hace 50 años por la ONU y cuyos propósitos están orientados no sólo a tratar de reconstruir lo que otros destruyeron, sino a educar a las gentes para que el daño irreparable no se vuelva a cometer, el perjuicio no sea mayor, las consecuencias no sean irremediables y se busque la formación de una sana conciencia destinada a la conservación del medio ambiente.
No seríamos capaces de afirmar si algún día los habitantes del globo adquirirán la responsabilidad indispensable para la reconstrucción ecológica del mundo, pero sí que se requiere de un gigantesco esfuerzo de todas las organizaciones que están encargadas de velar por una razonable utilización del medio ambiente y preparar las generaciones sucesivas para la defensa común.
En el futuro, la conducta de los hombres tiene que cambiar e irse acomodando a las nuevas condiciones de vida que se presentan, bajo la amenaza que los días por llegar deparen, para las progenies futuras, circunstancias que hagan el ambiente cada vez menos vivible.
Según expertos en el tema ambiental, la aparición del covid-19, por ejemplo, puso en evidencia que cuando se destruye la biodiversidad, se destruye el sistema que sustenta la vida. Cuanto más biodiverso es un ecosistema, más difícil es que un patógeno se propague rápidamente o domine, y menos oportunidad se tiene de que pase entre animales y personas.
En general, muy poco se ha hecho por la conservación del medio ambiente y la educación para que se adquiera conciencia sobre las dificultades que vivirá el mundo en los días venideros, si no se adoptan medidas drásticas tendientes a proteger los recursos naturales que todavía quedan. Las campañas adelantadas y los esfuerzos que se han hecho no han alcanzado a despertar el corazón adormecido de la gente que se niega a aceptar el peligro y los riesgos de un medio ambiente ausente de las condiciones vitales primarias.
Queda, eso sí, la esperanza que los que todavía no han entendido la magnitud del problema que vive el mundo de hoy y no alcanzan a apreciar las horribles consecuencias de una actitud agresiva con la naturaleza, sean cada vez menos y más los que se han puesto al frente de la defensa de su protección y preservación, para así permitir mejores condiciones naturales a quienes el Creador les tenga destinados los próximos días.