El cruel, inhumano y cobarde asesianto de cuatro menores de edad, que se habían fugado de las filas del grupo disidente de las Farc al mando de “Iván Mordisco”, a manos de miembros de esta organización delictiva, además de ser una acto de barbarie suprema, es la clara demostración de que a este grupo no le importa la paz.
Los cuatro casi niños, que pertenecían a varios resguardos indígenas de la zona y habían sido víctimas de reclutamiento forzado por parte de la organización guerrillera, habían logrado escapar internándose en la selva amazónica, sin embargo, en su huida se toparon con miembros del grupo ilegal quienes los sometieron y los entregaron a sus jefes inmediatos.
Según la denuncia entregada por la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (Opiac), ante la negativa de los menores de reintegrarse al grupo ilegal, fueron vilmente ejecutados en presencia de toda la comunidad del caserío “El Estrecho”, en los límites de Putumayo con Caquetá, y sus cuerpos dejados allí como una clara advertencia de los que les puede pasar a quienes se resistan a enrolarse en la organización o intenten fugarse de sus filas.
Qué más atrocidades tienen que cometer estos bárbaros para que el actual gobierno entienda que a este grupo lo tiene sin cuidado las propuestas de paz que viene haciendo el presidente Petro y su consejero de paz, y que lo único que le interesa es seguir ampliando el territorio desde donde maneja el negocio de la droga.
Expresiones como que “este gobierno ha sido el menos serio para entablar conversaciones” o la advertencia que acaba de lanzar como respuesta a la suspensión del cese al fuego bilateral que anunció ayer el presidente Petro, luego de la masacre de los niños indígenas en el Putumayo, de que la decisión desatará la guerra en los territorios y multiplicará los muertos, los heridos y los prisioneros; son prueba clara que no se acogerá a ningún proceso de paz que pueda plantear el actual gobierno.
Esto para no hablar del resto de las acusaciones que las disidencias de Iván Mordisco le hacen al Gobierno en el comunicado enviado como respuesta a la decisión del Presidente de suspender el cese al fuego, y que denotan absoluto desinterés para participar en la llamada Paz Total. El grupo armado lo acusa de falta de seriedad en las conversaciones, incumplimiento de los acuerdos, violaciones al protocolo en materia de verificación de los hechos y de secretismo y adelantar las conversaciones de espaldas a la comunidad.
Lo mínimo entonces, que podía hacer el presidente Petro era cancelar el cese al fuego bilateral con este grupo terrorista; pero lo debió hacer no parcialmente, sino en todo el territorio nacional. Esta organización no tiene ningún interés en dejar el negocio de la droga, y, salvo que la paz total le permita seguir explotándolo, va a participar de los acuerdos.