El Archivo General de la Nación le acaba de ordenar a la Administración Municipal el traslado inmediato del archivo municipal que está en el sótano de la sede de la alcaldía para un lugar donde no solo se preserve la memoria documental de la Ciudad, sino que se permita que cualquier ciudadano lo pueda consultar.
La decisión oficial, que es el producto de una visita del ente nacional a la actual sede del archivo municipal, trás una denuncia de la representante a la cámara Carolina Giraldo, es de cumplimiento inmediato para lo cual se otorgó un plazo al “Gobierno de la Ciudad” de tres meses contados a partir del pasado 3 de marzo, con la obligación de presentar un informe del avance del proceso de traslado, el 3 de abril, el 3 de mayo y el 3 de junio próximos.
Luego del terremoto que afectó severamente el Palacio Municipal y que obligó a desocupar entre otros el piso noveno donde funcionaba el archivo municipal, todos los documentos que allí reposaban fueron llevados al sótano; pero lamentablemente esta labor se realizó sin ninguna formalidad y por manos que no tenían conocimiento sobre el manejo del archivo de una ciudad.
Desde entonces, las sucesivas administraciones, unas con mayor interés que otras, han tratado de adecuar el sitio, de darle las condiciones mínimas para que sirva de archivo municipal, de ordenar los documentos, de recuperar los que sufrieron deterioro a causa del terremoto y del mal rato que se les dió, de ponerlos al alcance de quienes los necesiten consultar y de protegerlos de los saqueadores de la memoria documental de la Ciudad.
Desafortunadamente, lo que se ha hecho, primero no responde a unas técnicas de archivo que permitan que los documentos, escritos e imágenes que allí hay puedan ser útiles para el que los necesite, ni quien los ha manejado conoce del tema, y segundo, está lejos de cumplir con las condiciones mínimas que exige un lugar de esta naturaleza.
Adicionalmente, el lugar presenta, como lo muestran las imágenes publicadas por este periódico y entregadas por la comisión del Archivo General de la Nación que visitó la Ciudad, un deterioro muy avanzado que ya está poniendo en peligro la conservación de la historia documental de la Ciudad.
Por eso, celebramos la decisión del AGN de ordenarle a la Administración Municipal trasladar en el término de la distancia lo que queda del archivo municipal para un lugar que cumpla con los requerimientos mínimos que exige la obligación que tiene todas las ciudades de conservar su memoria documental y la del Gobierno Local de llevarlo al Centro Cultural Lucy Tejada.
El Lucy Tejada es la sede natural del archivo histórico de la Ciudad. No hay mejor sitio que este para depositar la memoria documental de Pereira, ni ninguno que mejor se pueda acondicionar a las necesidades para una adecuada conservación. Ese es un lugar amplio, generoso, de fácil acceso, vigilado y frecuentado por personas que se mueven en el mundo de la cultura, del arte, de la literatura, de la investigación y de la historia, todas tan afines al noble propósito de conservar intacta la historia documental de la Ciudad.