Estás cumplen varias funciones, entre otras, alimentar de chispa eléctrica la cámara de combustión para que la mezcla de aire y combustible se expanda y genere la carrera de potencia.
Entre más eficientemente salte esa chispa entre los electrodos de la bujía, adentro del motor, mejor combustión habrá y, en consecuencia, mayor potencia generará el motor. Cambiar las bujías es una parte necesaria del mantenimiento de todo vehículo porque además de ahorrar combustible y emisiones de gases, extiende su vida útil.
Motivos de revisión
* Menores costos, es cierto que las bujías de iridio cuestan más dinero que las convencionales, pero duran tres o cuatro veces más, lo cual se transmite en un ahorro en costos de mano de obra por mantenimiento.
* Mejoran el rendimiento, las bujías de iridio requieren menos voltaje para hacer saltar la chispa, lo cual resulta en un mayor tiempo de reposo de las bobinas. Esto se traduce en mejor combustión, economía de combustible, menos emisiones y más potencia.
* Mantenimientos menos seguidos, cambiar las bujías en muchos de los vehículos modernos es una difícil tarea, especialmente en aquellos que vienen equipados con motor V6. Y esto bien lo saben en los talleres y por esa razón cobran más por el tiempo de mano de obra empleada.
* Encendido en frío, al tener una mejor conductividad, las bujías de iridio facilitan el encendido en frio, especialmente en ciudades por encima de los 2.500 m.s.n.m o donde de madrugada la temperatura se acerque a los cero grados centígrados.
Al tener una vida útil tan extendida, las bujías de iridio son una preocupación menos para la mayoría de automovilistas porque, si en Colombia un vehículo recorre en promedio 12 mil km al año, se está hablando de que este tipo de bujías durarían más de 12 años.